¡Enhorabuena Ramiro! ¡Bravo por ti!

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Queremos que todos nuestros seguidores sepan que nuestro querido y admirado colaborador, D. Ramiro Grau Morancho, ha vuelto a ganarle el pulso al penoso José Ángel Escorial Senante (amigo del infame Ábalos), pues el juez que ha entendido en la demanda que le puso tan patético personaje le ha salido por la culata, habiendo sentenciado el magistrado que desestima en todo lo que pretendía de Ramiro y, además, le condena a pagarle las costas:

«Que, desestimando íntegramente la demanda presentada por la Procuradora Dña. María Julia ********, en nombre y representación de “SOLUCIONES DE GESTIÓN Y APOYO A LAS EMPRESAS, SOCIEDAD LIMITADA”, DEBO ABSOLVER Y ABSUELVO al demandado, D. RAMIRO GRAU MORANCHO, de las pretensiones en su contra deducidas en aquella. Todo ello con condena en costas a la parte actora».

La citada empresa, una de las varias que en torno a Ábalos se forró con las mascarillas durante la pandemia, imputaba a D. Ramiro un presunto delito contra su honor… olvidando que para eso primero hay que demostrar poseer honor, el cual, cuando se ha perdido una vez, ya no se recupera. Y, además, y como siempre, la pasta, porque la citada empresa valoraba «su honor», que no tenía, en 50.000 €; ahí es nada. Pues bien, y como hemos dicho, el juez ha puesto una vez más, porque no es la primera con D. Ramiro (AQUÍ), las cosas en su sitio y es la empresa la que va a tener ahora que abonar a éste un pastizal por las costas. Queda, eso sí, el mal trago pasado, porque a las personas que como D. Ramiro tienen honor y dignidad, no cabe duda de que estas cosas les afectan y el cabrero del primer momento suele ser monumental; cabreo de entonces que esperemos que la victoria le compense.

Algo también muy importante es que sepan ustedes el buen trabajo realizado por él, con su amplísima experiencia, y su abogado, al cual de casta le viene al galgo.

El demandante fundaba su denuncia en los siguientes artículos de D. Ramiro: «- en el diario digital “elcorreodeespana.com”, el día 25 de abril de 2020, con el título “Chanchullo del dinero público. Ábalos y José Ángel Escorial, la extraña pareja” – en el diario digital “eldiestro.es”, el día 29 de abril de 2020, con el título “Chanchullo del dinero público. Ábalos y José Ángel Escorial, la extraña pareja”  (AQUÍ) – en el “criterio.es”, el día 25 de abril de 2020, con el título “Chanchullo del dinero público” (AQUÍ).

De la sentencia destacamos el siguiente párrafo:

«TERCERO.- Aplicando la expuesta doctrina jurisprudencial al presente caso, y de la prueba documental y testifical practicada, no cabe sino concluir que ninguno de los tres artículos publicados en abril de 2020 en otros tantos medios digitales, a los que se contrae el objeto del litigio, contienen expresiones de entidad  suficiente, desde la perspectiva circunstancial del caso antes referida: “circunstancias de quién, cómo, cuándo y de qué forma se ha cuestionado la valía profesional del ofendido” (a que se refiriese la antecitada STC 180/1999), como para constituir una vulneración del derecho al honor de la entidad actora».

(…)

«Incide la actora, con especial énfasis, en lo que considera ausencia de veracidad en lo que el demandado imputa: contratación de productos defectuosos y con sobreprecio, extremo en el que además de dar reproducido lo que ya dicho sobre las efectivas quejas referidas que dieron lugar a retirada y reposición de partidas, así como el importe volumen del negocio, a mayor abundamiento, es en este punto donde cobra especial relevancia la distinción entre la información y la expresión, pues la veracidad es predicable de la primera, mas no así de la segunda. La libertad de expresión por su propia naturaleza, al afectar a meros juicios de valor, opiniones o impresiones, no puede estar sujeta a ese requisito».

Es para nosotros un orgullo contar con las magníficas colaboraciones de D. Ramiro Grau y saber de su incansable lucha contra la corrupción, las corruptelas y los corruptos que asolan nuestra querida España. Creemos que cada cual tenemos la obligación de hacer lo poco, o mucho, que podamos, y D. Ramiro es un ejemplo, máxime tras su percance vascular que para nada ha disminuido su valor más que demostrado, ni sus ansias por seguir en primera línea, como los héroes sin dejarse ni siquiera evacuar, cumpliendo con su deber, y además sólo en pos de la única recompensa que debemos querer, esperar y exigir que es la íntima satisfacción del deber cumplido.

¡Enhorabuena Ramiro! ¡Bravo por ti!

Publicado en El Español Digital (08/07/2023)

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